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UN AÑO SIN TI

    Carta a mi esposa que está en el cielo  Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te escribí. Se lo mucho que te gustaba que lo hiciera y se como atesorabas cada palabra que te decía.  Te amaré bajo la lluvia, la luna es testigo de nuestro amor y te amo de aquí hasta el infinito, eran algunas de las frases que solía remarcar en esas cartas.  Hoy pienso en cómo debería empezar. Tal vez pidiendo perdón porque di por sentado que estabas conmigo y quizá no había necesidad de escribirte otra vez. Sin embargo, hoy quiero hacerlo, quiero expresar lo que siento y aunque sea locura, aunque la leas o no, me da tranquilidad saber que al menos lo hice por última vez.  Sobra decir que te extraño porque sé que lo sabes. Sabes que las lágrimas que he derramado por ti no podrán ser medidas. Y sabes que te amo y que nada que pase acá abajo hará que te deje de amar como lo hago. Tal vez ya no pueda verte o abrazarte, pero te envío este mensaje al cielo para recordar...

LAS ALMAS GEMELAS COMO DISEÑO DE DIOS

 



Más o menos en los tiempos de mi adolescencia, mi mente no contemplaba la idea de tener un alma gemela. Eso normalmente se le atribuye a los cuentos de hadas, o las historias basadas en las mitologías antiguas de amor y parejas jurando amor eterno. Yo no era ese tipo de persona que andaba por la vida esperando que algún día el amor de mi vida llegará para hacerme feliz para siempre. 


Creer en esta idea era algo así como vivir en una película romántica, donde casi siempre hay finales felices, pero que al final de cuentas la realidad del amor y las relaciones amorosas no son como ellas las proponen. 


Pues bien, cuando conocí a mi esposa no pensé que ella era para mi, fuimos amigos por 2 años, cada uno con gustos diferentes, y luego pasó algo inesperado, nos enamoramos perdidamente hasta el punto de llegar a ser uno solo. 


Todo empezó una noche de conversación, entre risas y temáticas diferentes, que te llevan a pensar que tal vez esa persona es más interesante de lo que pensabas. De ese tipo de noches que quedan grabadas para siempre en tú mente y corazón y que son momentos de tanta felicidad, que uno generalmente no quiere que se terminen pero lastimosamente lo terminan haciendo. 


Esa noche entendí que tal vez eso del alma gemela podría ser algo más de lo que mi mente podría contemplar. Era como una conexión divina hacia esa otra persona, que te hacía sentir atraído, conectado y hasta aturdido. Ya no había filosofía o pensamiento que me hiciera cambiar de parecer; mi alma gemela había llegado. 


El alma gemela 


Esta idea de alma gemela nace de las ideas de Platón donde en uno de sus diálogos escritos, llamado el banquete o mito andrógino, mencionó que alguna vez los seres humanos vivíamos con nuestra otra mitad, pero por desafiar a los dioses, fuimos partidos en dos por el rayo de Zeus y desde allí, hemos estado buscando nuestra otra mitad. 


A partir de allí los psicólogos, basándose en este mito, han estado buscando respuesta a lo que el alma gemela es, e influye en el mundo del amor y las parejas, y le atribuyen a esto a la atracción emocional y física, más que algo científicamente comprobable. Sin embargo, en tiempos actuales se han desarrollado distintas teorías que asocian las conexiones cerebrales al momento de enamorarse con la idea de alma gemela, la cual contribuye a la estabilidad de las parejas que viven felices por siempre.  


Básicamente, lo que explica la ciencia sobre el amor, está basada en las segregaciones de neurotransmisores al momento de la atracción entre hombre y mujer o viceversa. Ese proceso de enamoramiento libera altos niveles de dopamina, que es el químico que genera la sensación placentera del gusto hacia otra persona. 


Por su parte, las almas gemelas permiten que una relación amorosa se haga duradera ya que además de la conexión química que existe entre ellos al enamorarse, la sensación de recompensa cerebral crea estabilidad y sensación de seguridad entre esas personas, haciendo que las parejas se vean más felices y  permanentes. 


Ahora bien, para que esta relación durable se de entre parejas, también se debe tener en cuenta un factor importante, el cual es la forma de relación que se tiene con la pareja. Aquí el tipo de interacción que se tiene el uno con el otro, la confianza y la decisión de amar, ayudan a que las parejas tengan más posibilidades de tener una relación de pareja saludable y fija. 


Quizá muchas almas gemelas no han logrado esta permanencia debido a la falta de decisión de cuidarse el uno al otro y decidir continuar a pesar de las falencias que puedan haber en el otro.  

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La ayuda idónea 


Por otro lado, existe un factor fundamental en la conformación de parejas y la durabilidad de estas, y es algo que no se puede explicar científicamente, pero que es más real que nosotros mismos.  Mi pensamiento como cristiano, me hace entender que Dios, quien es el creador de todo, fue quien diseñó las alma gemelas. 


Dios es la parte fundamental de una relación de pareja, y él fue quien tuvo la maravillosa idea de crear a las parejas para que fueran felices y se ayudarán mutuamente.  Lo vemos en génesis 2:18: 


“Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea” 


Dios tenía un plan y era hacer para Adan un alma gemela (o ayuda idónea), para que juntos pudieran cuidar del Edén, y esa ayuda fue Eva. Todo fue idea original de Dios. Una ayuda en forma de mujer para nosotros los hombres, para que fueran ellas las que nos ayudarán a sostenernos, levantarnos y animarnos. La mujer fue creada para acompañarnos en nuestra soledad y así juntos pudiéramos cuidar de este mundo.


Desafortunadamente el mundo y el diseño original de Dios se ha tergiversado, y todo esto ha pasado a un segundo plano. Ahora, las personas desean tener a alguien que los ame con pasión y que esté ahí para ellos, pero sin que sobrepase su límite personal. Es como una pareja moderna donde viven en la misma casa, pero cada uno piensa y siente diferente. Es por eso que las relaciones actuales ya no duran mucho.   


Mi alma gemela 


Catalina, mi esposa fallecida, fue aquella mujer perfecta que Dios diseñó para mí, con ella me sentía identificado. Ella comprendía cada parte de mi. Como me sentía, como pensaba, el porqué de mis  acciones, en fin,  ella era capaz de liberar mis angustias con sus palabras. Su presencia me hacía sentir completo. 


Ella era mi ayuda en todo sentido, en mis condiciones emocionales y en mi día a día. Ella llenaba cada vacío que había en mi. Era mi complemento por la afinidad que teníamos. Y si, como todas las parejas, teníamos momentos de discrepancia, pero siempre llegamos a un acuerdo por nuestro propio bien. 


Ella era mi alma gemela, la cual anduve buscando para que me complementara. Aquella que Dios diseñó para mí, para apoyarme en cada paso que daba. Ella y yo éramos como dos partes distintas que al unirse se integran para volver a funcionar como deberían, con el verdadero diseño original. Y si que fue lindo mientras duró. 



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La fortaleza del amor


Cuando Catalina y yo nos casamos, teníamos un versículo de la biblia como estandarte para nuestro matrimonio: “El amor nunca deja de ser” 1 corintios 13:8, y este, aun sigue estando vigente en mi vida porque sé que el amor es mucho más que las cosquillas que se sienten en el estómago, o que la dopamina que se segrega en nuestro cerebro, es un diseño de Dios y envuelve más decisión que sentimiento . 


Para dar ejemplos de almas gemelas como diseño de Dios, podemos usar infinidad de historias descritas en la biblia, que además de esto llevaron a establecer el plan de Dios en la tierra. 


Una de ellas, y la que más me llama la atención, es la historia de Jacob y Raquel, quienes a pesar de estar destinados a estar juntos, y después de enfrentar bastantes adversidades para lograrlo, Raquel muere al dar a luz a uno de sus hijos. Sin embargo, tiempo después, uno de sus hijos llegó a ser el segundo hombre más poderoso de la nación de Egipto, y este hombre ayudó al pueblo de Israel, su pueblo, a no morir de hambre. 


Así que, el verdadero amor trasciende, incluso la muerte, y aunque mi Cata se haya ido, sigue siendo mi alma gemela y lo será por siempre. Dios tuvo un ingenio grande al unirnos y permitir que nacieran frutos de ese amor, para muy seguramente usarlos para establecer sus planes acá en la tierra. Las almas gemelas como diseño de Dios, son creadas para cumplir planes suyos en la tierra. 


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PSICOLOGO, VIUDO, PADRE DE DOS NIÑAS






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